A pesar de los desafíos, las mujeres han ganado mayor representación y participación en diferentes niveles organizacionales:
1. Mayor presencia en liderazgo y alta dirección
• Más mujeres ocupan puestos de CEO, directoras y ejecutivas de alto nivel en empresas mexicanas.
• Se han implementado cuotas de género en consejos de administración, impulsadas por regulaciones y compromiso empresarial.
• Programas de mentoría y liderazgo femenino han aumentado el acceso a posiciones estratégicas.
2. Reducción de la brecha salarial
• Cada vez son más las empresas que han adoptado políticas de equidad salarial para garantizar que las mujeres reciban la misma remuneración que sus pares masculinos en roles similares.
• Transparencia salarial y auditorías de equidad.
3. Crecimiento en sectores tradicionalmente masculinos
• La participación femenina en tecnología, ingeniería, manufactura y construcción ha aumentado, gracias a programas de formación y promoción .
• Más mujeres ocupan roles en la industria financiera y en la innovación empresarial.
4. Emprendimiento y liderazgo en negocios
• El número de mujeres emprendedoras ha crecido significativamente, con apoyo de fondos de inversión con enfoque de género.
• Redes de empresarias y aceleradoras han impulsado startups lideradas por mujeres.
5. Flexibilidad laboral y conciliación vida-trabajo
• Más empresas han adoptado esquemas híbridos y horarios flexibles para permitir a las mujeres equilibrar su vida laboral y personal.
• Se han fortalecido políticas de licencia de maternidad y paternidad para distribuir mejor las responsabilidades familiares.
6. Cultura de inclusión y prevención de violencia laboral
• Se han implementado protocolos contra la violencia de género, acoso y discriminación dentro de las empresas.
• La NOM-035 ha impulsado acciones para prevenir riesgos psicosociales y fomentar un ambiente de trabajo seguro para las mujeres.
7. Participación en sostenibilidad y responsabilidad social
• Muchas mujeres han asumido roles clave en estrategias de sostenibilidad, responsabilidad social y economía circular dentro de las organizaciones.
• Se han creado más programas de impacto social liderados por mujeres en comunidades vulnerables.
A pesar de estos avances, México aún enfrenta retos como:
• Persistencia del “techo de cristal” en algunas industrias.
• Brecha salarial en ciertos sectores y regiones.
• Falta de acceso a financiamiento para mujeres emprendedoras en comparación con los hombres.
• Estereotipos de género que limitan oportunidades de crecimiento.
El 2025 representa un momento de transformación, donde la inclusión y la equidad de género en las organizaciones mexicanas son cada vez más prioritarias. Sin embargo, aún se necesita un esfuerzo continuo desde el sector público, privado y la sociedad para consolidar estos avances.