1. Productividad: Los empleados con buena salud mental pueden concentrarse mejor en sus tareas, tomar decisiones más acertadas y mantener un nivel de energía constante a lo largo del día laboral.
2. Retención de talento: Las empresas que se preocupan por la salud mental de sus empleados suelen ser más atractivas para trabajar. Esto puede ayudar a retener talento y a atraer nuevos empleados.
3. Ausencia laboral: La mala salud mental puede llevar al ausentismo laboral, lo que puede afectar la productividad y la calidad del trabajo.
4. Costos: La mala salud mental puede resultar en costos adicionales para la empresa. Invertir en la salud mental de los empleados puede ayudar a reducir estos costos a largo plazo.
Promover la salud mental en el lugar de trabajo no solo beneficia a los empleados individualmente, sino que también puede mejorar el rendimiento y la eficacia de la empresa en su conjunto.
¿Qué acciones realizan en tu empresa para fomentar una buena salud mental de sus colaboradores?